Los amantes de la escultura y la música tienen en “Salsipuedes” un lugar para conocer de cerca la obra de uno de los artistas más importantes de la plástica en Colombia. Su casa está llena de recuerdos.
El escultor Jorge Marín Vieco adquiere el terreno en la parte alta de Robledo, Medellín en 1939 donde construye su casa – taller que luego bautizará el compositor Lucho Bermúdez con el nombre de “Salsipuedes” en el año 1948. Salsipuedes se convierte en un centro cultural y sitio de reunión de los más destacados artistas y bohemios de la época.
En ella, además de Lucho Bermúdez y Matilde Díaz fueron huéspedes por temporadas, el maestro Gabriel Uribe con su familia que incluía a su hija la niña pianista Blanca Uribe, el compositor Luis Uribe Bueno, el maestro Horacio Longas, los poetas Jorge Artel, Jorge Rojas, Jorge Robledo Ortíz, y León de Greiff entre otros.
El periodista y escritor Ovidio Rincón se refirió en 1949 a” Salsipuedes” como una de las mejores creaciones de Marín Vieco:
“La tiene exornada con hierbajos y ortigas. Sobre las tapias se elevó la construcción, que como la parroquial del poema, es de todos. Allí se refugian para olvidar el gris cemento y la prosa dura de la vida todos los artistas, amigos, o desconocidos y Marín Vieco les da, no solo el pan abundante de la huespeda, sino el ejemplo de su vida laboriosa y romántica.
De “Salsipuedes” Gonzalo Arango escribió:
“Si el Gólgota fuera sublime por el paisaje, y no por el poeta que coronó su destino en el peñasco, esta colina sería del linaje del monte sagrado. Salsipuedes es la humildad misma.
Pero el amor, los sueños, la creación, consagraron esta morada en un templo al espíritu” “Nada que delate una riqueza externa, aquí todos los valores son del alma, estéticos, del corazón.
Se percibe un silencio de reconciliación y de paz, que solo se quiebra cuando el artista esta creando sus Cristos de bronce rojo”.
Mundo Urbano Agencia de Comunicaciones – Documental Salsipuedes – Nov 2018